viernes, 3 de mayo de 2019

Texto Diario viernes, 3 de mayo de 2019 Tienes que poner una marca en las frentes de los hombres (Ezeq. 9:4).

Texto Diario viernes, 3 de mayo de 2019

Tienes que poner una marca en las frentes de los hombres (Ezeq. 9:4).
¿Está usted sufriendo enfermedades, dificultades económicas, persecución u otros problemas parecidos? ¿Le cuesta trabajo a veces mantener el gozo en el servicio a Dios? Si es así, los ejemplos de Noé, Daniel y Job pueden darle ánimo. Estos hombres imperfectos se enfrentaron a situaciones similares a las nuestras. Algunas de ellas incluso pusieron en peligro su vida. Pese a todo, siempre fueron leales a Jehová, y él los consideró modelos de fe y obediencia (Ezeq. 14:12-14). Ezequiel escribió las palabras del texto de hoy en Babilonia en el año 612 antes de nuestra era, apenas unos cinco años antes de la destrucción de la Jerusalén apóstata, que ocurrió en el año 607 (Ezeq. 1:1;8:1). Solo unas pocas personas demostraron tener las mismas cualidades que Noé, Daniel y Job, y fueron marcadas para sobrevivir (Ezeq. 9:1-5). Cuando este malvado mundo sea destruido, los únicos que serán marcados para sobrevivir serán aquellos a quienes Jehová considere justos como ellos (Rev. 7:9, 14). w18.02 3, 4 párrs. 1-3

(Ezequiel 9:4)  Y Jehová pasó a decirle: “Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y tienes que poner una marca en las frentes de los hombres que están suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo en medio de ella”.
(Ezequiel 14:12-14)  Y la palabra de Jehová continuó viniéndome, y dijo: 13 “Hijo del hombre, en cuanto a una tierra, en caso de que esta cometa pecado contra mí al actuar infielmente, yo ciertamente también extenderé mi mano contra ella y quebraré para ella las varas alrededor de las cuales se suspenden panes anulares, y ciertamente enviaré sobre ella hambre y cortaré de ella a hombre terrestre y animal doméstico”. 14 “‘Y si estos tres hombres resultaran estar en medio de ella: Noé, Daniel y Job, ellos mismos por su justicia librarían su alma’, es la expresión del Señor Soberano Jehová.”
(Ezequiel 1:1) Ahora bien, en el año treinta, en el [mes] cuarto, en el [día] cinco del mes, mientras yo estaba en medio del pueblo desterrado junto al río Kebar, aconteció que se abrieron los cielos, y empecé a ver visiones de Dios.
(Ezequiel 8:1) Y en el año sexto, en el sexto [mes], en el día cinco del mes, aconteció que yo estaba sentado en mi casa y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, cuando la mano del Señor Soberano Jehová cayó sobre mí allí.
(Ezequiel 9:1-5) Y procedió a clamar en mis oídos con una voz fuerte, y dijo: “¡Que se acerquen los que dan su atención a la ciudad, cada uno con su arma en la mano, para arruinar!”. 2 Y, ¡mire!, había seis hombres que venían de la dirección de la puerta superior que mira al norte, cada uno con su arma desmenuzadora en la mano; y había entre ellos un hombre vestido de lino, con un tintero de secretario a las caderas, y ellos procedieron a entrar y a plantarse al lado del altar de cobre. 3 Y respecto a la gloria del Dios de Israel, fue elevada de sobre los querubines sobre los cuales estaba [y llevada] al umbral de la casa, y él empezó a clamar al hombre que estaba vestido del lino, a cuyas caderas estaba el tintero de secretario. 4 Y Jehová pasó a decirle: “Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y tienes que poner una marca en las frentes de los hombres que están suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo en medio de ella”. 5 Y a estos [otros] dijo, a mis oídos: “Pasen por la ciudad detrás de él y hieran. No se sienta apenado su ojo, y no sientan ninguna compasión.
(Revelación 7:9)  Después de estas cosas vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos.
(Revelación 7:14)  De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.


1, 2. a) ¿Por qué pueden animarnos los ejemplos de Noé, Daniel y Job? b) ¿En qué circunstancias escribió Ezequiel las palabras del texto temático?
¿ESTÁ usted sufriendo enfermedades, dificultades económicas, persecución u otros problemas parecidos? ¿Le cuesta trabajo a veces mantener el gozo en el servicio a Dios? Si es así, los ejemplos de Noé, Daniel y Job pueden darle ánimo. Estos hombres imperfectos se enfrentaron a situaciones similares a las nuestras. Algunas de ellas incluso pusieron en peligro su vida. Pese a todo, siempre fueron leales a Jehová, y él los consideró modelos de fe y obediencia (lea Ezequiel 14:12-14).
Ezequiel escribió las palabras del texto temático en Babilonia en el año 612 antes de nuestra era, apenas unos cinco años antes de la destrucción de la Jerusalén apóstata, que ocurrió en el año 607 (Ezeq. 1:1; 8:1). Solo unas pocas personas demostraron tener las mismas cualidades que Noé, Daniel y Job, y fueron marcadas para sobrevivir (Ezeq. 9:1-5). Entre ellas estuvieron Jeremías, Baruc, Ébed-mélec y los recabitas.
3. ¿Qué analizaremos en este artículo?
Cuando este malvado mundo sea destruido, los únicos que serán marcados para sobrevivir serán aquellos a quienes Jehová considere justos, como Noé, Daniel y Job (Rev. 7:9, 14). Por eso, analicemos por qué Dios puso a estos hombres como ejemplos de justicia. Al hablar de cada personaje, primero veremos qué problemas enfrentó y luego examinaremos cómo imitar su fe y obediencia.

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