domingo, 4 de agosto de 2019

Texto Diario domingo, 4 de agosto de 2019 Noé andaba con el Dios verdadero (Gén. 6:9).

Texto Diario domingo, 4 de agosto de 2019

Noé andaba con el Dios verdadero (Gén. 6:9).
Noé siguió haciéndolo durante otros trescientos cincuenta años después del Diluvio (Gén. 9:28). Sin duda, es un magnífico ejemplo de fe y obediencia. Podemos imitar la fe y la obediencia de Noé defendiendo la justicia de Jehová, no siendo parte del mundo de Satanás y poniendo el Reino en primer lugar (Mat. 6:33; Juan 15:19). Claro está, debido a esto al mundo no le gustamos. Por ejemplo, como estamos resueltos a obedecer las leyes de Dios sobre el sexo y el matrimonio, los medios de comunicación nos han criticado en algunos lugares (Mal. 3:17, 18). Pero, al igual que Noé, no le tenemos miedo a la gente, sino que tenemos temor de Dios. Sabemos que solo él puede darnos vida eterna (Luc. 12:4, 5). Cada uno de nosotros debe preguntarse: “¿Seguiré andando con Dios cuando la gente se burle de mí o me critique? ¿Confío en que Jehová me dará las cosas necesarias incluso cuando sea difícil conseguirlas?”. Si usted imita la fe y la obediencia de Noé, puede tener la seguridad de que Jehová lo cuidará (Filip. 4:6, 7). w18.02 4 párrs. 4, 8; 5 párrs. 9, 10

(Génesis 6:9)  Esta es la historia de Noé. Noé era un hombre justo. Resultó ser intachable entre la gente de su tiempo. Él andaba con el Dios verdadero.
(Génesis 9:28)  Noé vivió 350 años más después del Diluvio.
(Mateo 6:33)  ”Por lo tanto, sigan buscando primero el Reino y la justicia de Dios, y entonces recibirán también todas esas cosas.
(Juan 15:19)  Si fueran parte del mundo, el mundo los amaría porque serían algo suyo. Pero, como no son parte del mundo, sino que yo los he elegido de entre el mundo, por eso el mundo los odia.
(Malaquías 3:17, 18)  “Y ellos serán míos —dice Jehová de los ejércitos— el día en que los convierta en mi propiedad especial. Les tendré compasión, igual que un hombre le tiene compasión al hijo que le sirve. 18 Ustedes de nuevo verán la diferencia entre alguien justo y alguien malvado, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve”.
(Lucas 12:4, 5)  Además, les digo, amigos míos: no teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más. 5 Yo les mostraré a quién deben temer. Teman al que después de matar tiene autoridad para echar en la Gehena. Sí, les digo, teman a ese.
(Filipenses 4:6, 7)  No se angustien por nada. Más bien, en cualquier situación, mediante oraciones y ruegos y dando gracias, háganle saber a Dios sus peticiones, 7 y la paz de Dios, que está más allá de lo que ningún ser humano puede entender, protegerá sus corazones y sus mentes por medio de Cristo Jesús.


4, 5. a) ¿Qué problemas tuvo que enfrentar Noé? b) ¿Por qué es tan destacable su aguante?
Los problemas que enfrentó. En los días de Enoc, el bisabuelo de Noé, las personas estaban muy alejadas de Dios. Incluso decían “cosas ofensivas” contra Jehová (Jud. 14, 15). Cada vez había más violencia. De hecho, en tiempos de Noé, “la tierra se llenó de violencia”. Ángeles malvados tomaron cuerpos humanos, se casaron con mujeres y tuvieron hijos muy crueles y violentos (Gén. 6:2-4, 11, 12). Pero Noé fue muy distinto. La Biblia dice que él “halló favor a los ojos de Jehová”, que “resultó exento de falta entre sus contemporáneos” y que “andaba con el Dios verdadero” (Gén. 6:8, 9).


8. ¿Cómo demostró Noé que confiaba en que Dios le daría lo necesario?
A Noé también debió resultarle difícil mantener a su esposa y sus hijos. Antes del Diluvio, las personas tenían que trabajar durísimo para cultivar los alimentos. Y Noé no era una excepción (Gén. 5:28, 29). Pese a ello, no se centró en conseguir lo necesario, sino en servir a Dios. Incluso durante los cuarenta o cincuenta años que debió tomarle construir el arca, se mantuvo concentrado en las cosas espirituales. Y siguió haciéndolo durante otros trescientos cincuenta años después del Diluvio (Gén. 9:28). Sin duda, es un magnífico ejemplo de fe y obediencia.


9, 10. a) ¿Cómo podemos imitar la fe y la obediencia de Noé? b) ¿Qué hará Jehová si defendemos sus leyes?
Cómo imitar la fe y la obediencia de Noé. Lo hacemos defendiendo la justicia de Jehová, no siendo parte del mundo de Satanás y poniendo el Reino en primer lugar (Mat. 6:33; Juan 15:19). Claro está, debido a esto al mundo no le gustamos. Por ejemplo, como estamos resueltos a obedecer las leyes de Dios sobre el sexo y el matrimonio, los medios de comunicación nos han criticado en algunos lugares (lea Malaquías 3:17, 18). Pero, al igual que Noé, no le tenemos miedo a la gente, sino que tenemos temor de Dios. Sabemos que solo él puede darnos vida eterna (Luc. 12:4, 5).
10 Cada uno de nosotros debe preguntarse: “¿Seguiré andando con Dios cuando la gente se burle de mí o me critique? ¿Confío en que Jehová me dará las cosas necesarias incluso cuando sea difícil conseguirlas?”. Si usted imita la fe y la obediencia de Noé, puede tener la seguridad de que Jehová lo cuidará (Filip. 4:6, 7).

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