jueves, 4 de abril de 2019

Cualquiera que piense de si mismo como una persona muy buena, debe analizar como evalua Dios a la humanidad

Efesios 2: 1-10  El os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al principe de la potestad del aire, el espiritu que ahoraopera en los hijos de desobediencia, entre los cuales tambien todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y eramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demas. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amo, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con el nos resucito, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesus, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesus. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesus para buenas obras, las cuales Dios preparode antemano para que anduviesemos en ellas.

Cualquiera que piense de si mismo como una persona muy buena, debe analizar como evalua Dios a la humanidad. El dice que todos venimos al El muertos espiritualmente y gobernados por Satanas y nuestra naturaleza pecaminosa. A los ojos del Señor, somos hijos de ira que solamente merecemos castigo.

Por otra parte, Dios es tan puro y santo que esta totalmente separado de todo pecado, y no puede mirarlo con favor o aprobacion (Hab 1.13). Todo lo que Dios hace es correcto y favorable; en comparacion, incluso las acciones justas de los hombres, son como trapos de inmundicia (Is 64.6). Sin embargo, a pesar de que no tenemos nada de valor que ofrecerle, el Señor nos quiere como su propiedad, y ha hecho todo lo necesario para que nos acerquemos a El.

Quienespusimos nuestra fe en Jesucristo, hemos sido vivificados espiritualmente en El, y todos nuestros pecados han sido perdonados. Hay un dramatico contraste entre lo que eramos antes, y lo que somos ahora en el Señor. Pero este cambio no tiene nada que ver con lo bueno que hemos sido. Incluso, la fe con la que respondemos al Salvador, nos la da Dios. Nunca podremos hacernos justos a nosotros mismos; todo es un regalo de Dios. Y una vez que El nos declara justificados, nunca mas seremos declarados culpables.

Dios ha dicho que en los siglos venideros, El quiere mostrar las =abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros= (Ef 2.7). Por toda la eternidad se derramara sobre nosotros esta impresionante demostracion de su amor que no se compara con nada de lo que conocemos en este mundo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.